Como base, como eje, como corazón del yoga clásico, de la Formación se encuentra toda la labor docente realizada por Krishnamacharya. Destaquemos tres escuelas de yoga principales en el mundo actual derivadas de alumnos que estudiaron con Krishnamacharya, y de las cuales continuamos investigando y estudiando, más todos aquellos conocimientos que vamos sumando a la labor docente de la Escuela de Yoga y Conciencia en una permanente actualización.
Nace de la labor del hijo de Krishnamacharya, Desikachar. El yoga se adapta a la persona, al individuo. La práctica de posturas se realiza mediante asanas dinámicas y estáticas, donde hay un trabajo interno de atención mental, respiratorio y corporal (muscular), siempre respetando las características del alumno. Supone un viaje para aprender de uno mismo, de nuestra situación cambiante, de nuestra capacidad de adaptación, de la relación con nosotros y con el mundo. Me interesa mucho su conciencia de lo femenino, su profundidad, la energía sutil de lo masculino. Su suavidad penetrante, su fluir. El centro, el corazón, el vinyasa krama como eje vital. La progresión de la postura y de la contrapostura, su intercambio y progresión, su permanente equilibrio.
Iyengar fue cuñado y alumno de Krishnamacharya, y es uno de los principales impulsores de yoga en Occidente. Nos interesa todo el tema de linealidad, de la construcción y comprensión mediante las líneas corporales y energéticas, su proyección interna. Estudiaremos el uso de soportes como elementos de auto regulación para los alumnos, para ampliar el entendimiento de la postura, para seguir el principio básico de comodidad y firmeza, para facilitar un yoga para todos. Igualmente la técnica postural nos parece una aportación esencial.
La dura disciplina de Iyengar la hemos transformado en un yoga más amable y respetuoso, más en línea con el espíritu de la Escuela.
Otro de los principales alumnos de Krishnamacharya fue Patthabhi Jois, su labor también ha ayudado mucho a dar a conocer el yoga en Occidente. Es un yoga donde destacaríamos su dinamismo, su fluidez y ligereza, su respiración ujjayi como elemento de toma de conciencia, de calma y de meticulosidad. El fuego pacificador que calma las aguas. Un yoga fuerte, potente, muy técnico.